14 septiembre, 2024

Agricultura de precisión

Agricultura de precisión. Qué cultivos adoptan más tecnología y cuáles son los rubros que empujan

De toda la información que se difundió en las dos jornadas del 20° Congreso Internacional de Agricultura de Precisión en el INTA Manfredi se desprenden títulos que dejó el evento: el maíz, el trigo y la soja “pican en punta” dentro de los principales cultivos que mayor agricultura de precisión incorporan, al menos en la Zona Núcleo.

Pero el dato no se queda ahí: esa adopción se traduce entre un 5% y un 10% de mejoras productivas con el actual paquete tecnológico. “Hay una fuerte tecnificación del campo argentino que se proyecta como un sistema mucho más eficiente que lo observado años atrás y como una fuente importante de generación de datos”, indicó el ingeniero agrónomo y especialista en maquinaria agrícola Fernando Scaramuzza, uno de los coordinadores del encuentro.

Otro de los aspectos que se destacaron es que hay un marcado incremento sobre algunos componentes en particular, directamente relacionados con la generación y procesamiento de los datos, la eficiencia y efectividad en las aplicaciones, así como la trazabilidad y la certificación de la producción agropecuaria.

Rubros AgTech que “pechan”

Entre los principales rubros tecnológicos que han crecido sostenidamente en los últimos 10 años, el especialista destacó la guía automática, la precisión en la siembra, el monitoreo de rendimiento, los sensores para aplicación selectiva en el control de malezas y la telemetría en las labores de la maquinaria.

“Hay una fuerte tendencia desde la robótica y la inteligencia artificial y también una marcada necesidad de tener un personal comprometido y capacitado para sacar máximo provecho a los desarrollos actuales y futuros y en ello venimos trabajando”, señaló el profesional, que dialogó con Agroverdad en el marco del evento.

Más innovación

Por su parte, Diego Villarroel, otro de los especialistas en agricultura de precisión del INTA Manfredi y también responsable de la coordinación del 20° Congreso, comentó que, en los últimos tiempos, se viene registrando una evolución significativa en la incorporación de nuevas tecnologías en la maquinaria agrícola, asociada a incrementar la eficiencia en el proceso productivo agrícola, como así también ser más asertivos en la toma de decisiones basadas en datos.

Según el análisis, las tecnologías están directamente vinculadas al automatismo, la precisión y digitalización del agro, al tiempo que los agrocomponentes de precisión con los que hoy cuentan las maquinarias agrícolas son, en parte, responsables de la mayor eficiencia productiva que se observa en la producción agrícola.

En referencia a los avances tecnológicos, observaron que el 95 % del parque de cosechadoras cuentan con monitores de rendimiento, una herramienta fundamental que permite el registro datos sin costo extra, con el fin de identificar ambientes o zonas de manejo diferencial a nivel de lote.

“En el caso de las sembradoras, se observa una fuerte tendencia a incorporar motores eléctricos en la dosificación de semillas y/o fertilizantes, lo cual permite tener mayor control sobre la uniformidad de la distribución espacial de las semillas y a través de la incorporación de sistemas de control de carga en los cuerpos de siembra, tener control en la uniformidad de emergencia”, detalló Villarroel.

Pulverización

En el rubro de las máquinas pulverizadoras, sigue en constante crecimiento la incorporación de sensores para aplicación selectiva en el control de malezas. Ya es una tecnología incorporada en el NOA y el NEA, pero en los últimos años con fuerte incremento en la región pampeana.

“Es una tecnología importada y adaptada a las herramientas de agricultura de precisión en la maquinaria agrícola, pero que actualmente ya se observan desarrollos nacionales que se brindan como una alternativa competitiva”, explicó Villarroel.

A su vez, el especialista consideró importante destacar que, junto al crecimiento de la incorporación de drones aplicadores, estas herramientas están marcando una alta eficiencia en el control de malezas, en el ahorro significativo de insumos y costos de producción, pero principalmente en el bajo impacto ambiental ocasionado debido a la reducción de los volúmenes y superficies de aplicación con fitosanitarios.